Consejos para evitar los excesos en Navidad, enumeramos una serie de pautas para conseguir que las celebraciones navideñas no afecten de forma negativa a nuestra salud.
Consejos para evitar los excesos en Navidad, enumeramos una serie de pautas para conseguir que las celebraciones navideñas no afecten de forma negativa a nuestra salud.
Resulta difícil no caer en las tentaciones que nos ofrecen la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, donde abundan los alimentos ricos en grasas saturadas en los aperitivos y el postre, y no faltan los brindis con cava, vino u otras bebidas alcohólicas y azucaradas.
Son unas fecha en las que fácilmente se pueden ganar un par de kilos o más, pero con un poco de planificación y fuerza de voluntad, se pueden escoger alimentos que, siendo igualmente sabrosos, resulten más saludable, y se puede disfrutar sin caer en excesos de los que nos arrepentiremos al subirnos a la báscula.
Los siguientes consejos te ayudarán a estar preparado y a disminuir el consumo de alimentos altos en calorías y ricos en grasa y azúcar, que contribuyen a elevar los niveles de colesterol y el peso y aportan beneficios para la salud.
Como aperitivos, puedes preparar salsas naturales como humus, guacamole o bien un paté de salmón, y acompañarlos de bastoncitos de verduras, tomates cherry, galletas integrales, aceitunas y frutos secos (ricos en ácidos grasos de tipo Omega 3 que ayudan a mantener la salud del corazón).
Elige pescados como el salmón y el besugo, o bien un pavo, para tu menú navideño y cocínalos al horno o a la plancha, y acompáñalos con verduras, patatas cocidas o ensaladas, en lugar de puré u otros acompañamientos ricos en calorías.
¿A quién no se le ha ocurrido que saltándose comidas durante el día podrá comer sin culpas en la cena de Nochebuena o de Año Nuevo? Pues, si haces esto descubrirás que cuando llegue la hora de la cena tendrás más hambre de la normal y terminarás comiendo más de la cuenta.
Lo ideal es respetar tus horarios de comida, y comer alimentos con alto contenido en fibra como cereales integrales, frutas, verduras y frutos secos, que te quitarán el hambre y te proporcionarán una sensación de saciedad que durará hasta que vuelvas a comer, y así evitarás que te descontroles a la hora de la cena.
Tómate el tiempo necesario para comer y disfrutar de la cena, compartiendo con los demás y conversando. Si comes rápido, terminarás comiendo más alimentos y tardarás más tiempo en sentirte saciado. Intenta empezar por servirte ensalada y verdura, llenando el plato con ellas y así dejarás menos espacio para otros alimentos más calóricos.
En las fiestas de fin de año son muchos los brindis con cava, vinos y otras bebidas alcohólicas. Procura beber con moderación (dos copas de cava o vino son suficientes) y aumenta la ingesta de agua para compensar. El alcohol solo aporta calorías (calorías vacías) y casi no tiene nutrientes.
Un delicioso postre siempre se agradece al acabar la cena. Puedes preparar un carpaccio con frutas de la estación o bien unas brochetas. Una tarta de manzanas elaborada con harina integral y reemplazando el azúcar por sacarina es otra deliciosa opción.
También puedes preparar sorbetes naturales de frutas y acompañarlos con unos trozos de chocolate amargo, unas galletas sin azúcar o unos copos de merengue (con sacarina) horneados. Puedes salir a caminar una vez terminada la cena para quemar unas cuantas calorías.
Puede que te suene raro, pero cuando nos quedamos en la mesa al terminar de comer, lo más probable es que sigamos comiendo y bebiendo más de la cuenta mientras conversamos. Quédate en la mesa el tiempo suficiente para disfrutar de la cena y charlar con los comensales, pero para evitar caer en la tentación, puedes ofrecerte para ayudar a limpiar, o recoger y lavar los platos.
No todo el mundo está de acuerdo con que se deba optar por una Navidad saludable, pero siempre es bueno saber que con un poco de planificación y ganas, puedes disfrutar lo mismo, sin caer en excesos y seguir tomando platos deliciosos, más bajos en calorías, grasas saturadas y niveles de colesterol.
La Navidad es un período de celebración y de compartir con los seres queridos en torno a una mesa donde abundan los alimentos de todo tipo que gustan a grandes y chicos, y por eso, tan solo haciendo unos pequeños ajustes en el menú puedes marcar la diferencia y evitar los efectos negativos de las fiestas de esta época del año.